BREVE HISTORIA DE MIS ANTEPASADOS EMIGRADOS A ARGENTINA

Familia Roncero Salgado

 Por Nora C. García Tolmeijer

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Mis Tatarabuelos Fermín Roncero y Teresa Salgado.

 

Sentada con vestido blanco, a la derecha, mi bisabuela. María.

 

De pie, su hermano

Ronaldo Roncero.

 

Zamora, año 1918

 

Me contaban mis abuelos Josefa y José, (1940-2022) que sus abuelos, Fermín Roncero y Teresa Salgado, debido a la falta de oportunidades en un pueblito muy pequeño en donde vivían, creía recordar que se llamaba Morales del pan, emigraron a Argentina, en un barco que partió desde A Coruña allá por el año 1920. Allí embarcaron mis tatarabuelos, dejando en Zamora a sus hijos. En 1925, su hija, mi bisabuela, se casó con Modesto García, un comerciante de éxito, dedicado a la comercialización de vinos y productos de ultramar que vivía en Agolada, Pontevedra. Casualidades de la vida, algunos años más tarde, también se vio obligado junto a mi bisabuela a cruzar el atlántico en busca de una vida mejor.  Debido a su ideología  política; Simpatizaba mucho con una asociación cultural llamada Renacimiento Galego. Que buscaba impulsar la lengua y la cultura en lo que él llamaba identidad nacional propia, tuvo algunos enfrentamientos con las autoridades políticas del momento y también con la iglesia. Se definía como antimonárquico y antirreligioso, estaba en contra de la dictadura de Primo de Rivera y, por todos estos motivos, decidieron poner tierra de por medio.

 

Embarcaron en el puerto de Barcelona en un buque de la compañía Navigazione Generale Italiana. La travesía duraría unos 25 días y según me tiene contado el abuelo, para comprar el billete debieron de vender más de la mitad de las pequeñas finquitas que tenían en el pueblo. Cree que fueron… Unas 4.000 pesetas de la época.

 

Nada más llegar a Buenos Aires, a los pocos días, alguien les entrevistó para ofrecerles trabajo. Vieron que ambos estaban bien preparados para el comercio. A él le ofrecieron un puesto de vendedor en  unos grandes almacenes en el Centro de ciudad. y ella, que tenía experiencia en corte y confección, se fue a una especie de taller de moda, como modista.

 

Allí fueron progresando y hasta consiguieron algunos pocos ahorros, aunque nunca perdieron las ganas de volver a su tierra, y así fue. En 1930 aprovechando el fin de la dictadora y la caída de la monarquía. Nada más proclamarse la 2ª República emprendieron el camino de regreso. Se instalaron en la casa familiar, volvieron abrir la tienda de ultramarinos y una tienda de modas.

 

Las cosas les iban bastante bien hasta que estalló la guerra civil. El se va al frente, a luchar en el bando Republicano, mientras mi bisabuela se queda al frente del negocio, aunque no por mucho tiempo, dado que las autoridades locales la hostigaban bastante y reprochaban el bando de lucha de su marido.

 

 

 

 

A la derecha, de la imagen, mi abuela Josefa, con una de las amigas de la escuela de comercio

 

Mar del Plata, 1960

Argentina

 

 

 

Mis dos abuelos y yo

Josefa y José Garcia

 

Esta es una más de las muchas visitas que de

manera muy asidua

Realizábamos para ver a toda la familia cuando residíamos en Málaga.

 

Ventosa, año 2013

Agolada, Pontevedra

 

 

Terminada la guerra, empieza una represión muy grande por parte del régimen y mis antepasados fueron perseguidos. Mi bisabuelo pasó una breve estancia en la cárcel, aunque no sé exactamente el motivo.

 

En 1940 debido a la autarquía, falta de oportunidades y al hambre que se sufría… Decidieron regresar a Argentina y, al igual que sus antepasados, mis bisabuelos, ya no volverían jamás a Galicia.

 

Poco tiempo después de regresar al país, nace su hija Josefa, mi abuela. Toda la familia está muy integrada en el Centro Gallego, una sociedad recreativa y cultural que brindaba apoyo a toda la comunidad. Allí colaboraron en la apertura de la nueva sede de la calle Belgrano.

 

Mi abuela, después de terminar los estudios primarios, hizo la escuela secundaria y se recibió de Perito Mercantil. No llego a ejercer como tal, porque en un viaje organizado entre un grupo de jóvenes, hijos/as de socios del Centro Gallego, vinieron a Galicia a conocer a sus familiares lejanos. Primero visitaron varios pueblos de la provincia de Zamora y León, por ser lugares de procedencia de algunos compañeros de viaje.

 

Cuando Josefa llegó al pueblo donde naciera su padre, Agolada, lugar donde contrajeran matrimonio, tuvieran negocio y algunas propiedades heredadas de sus propios abuelos, conto una vez que, todo le traía recuerdos, aunque jamás hubiera estado allí. En esa visita, conoce al que terminaría siendo su marido y claro, también mi abuelo, José.

 

Al llegar de vuelta a Argentina y tras intercambiarse cartas con mi abuelo, durante no mucho tiempo, toma la decisión de venirse para aquí definitivamente. Así fue, tuvieron tres hijos, fueron felices y al igual que, su abuelos y también sus padres, jamás regreso.

 

La emigración humana consiste en dejar la residencia habitual para establecerse en otra. En este sentido, de alguna manera, yo también me considero emigrante. Mi padre es Gallego, mi madre es Holandesa, por pura casualidad se conocieron en Málaga y allí nací yo. Puedo decir entonces que soy Andaluza de nacimiento e inmigrante en Galicia.

 

 

Autora: Nora C. García Tolmeijer

 

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